La tabla del 7

Copenaghe-Rodby-Skiltrup-Gedser-Rostock

Tras cruzar el mar de Oresund en tren desde Malmo, llegamos a Copenhage. Ciudad que cómo no?, se merecía una visita, aunque sólo sea para hacerse la foto con La Sirenita y demostrar así he hemos estado aquí.

Pasamos de país, pasamos de costumbres, y cambiamos de moneda, otra vey la corona danesa (DK). Volvemos a la tabla del 7 (en Suecia había que dividir por 8 -SK- la corona sueca), es decir, dividimos los precios entre 7 para calcularlos en euros, aún así siempre es caro. Dinamarca es caro.

El alojamiento en Copenhage ha supuesto nuestra primera estancia a través de "Warm Shower", un grupo de ciclistas y/o simpatizantes de la bici, que ofertan acomadación a otros ciclistas que estén viajando por la zona. Mediante este portal (www.warmshowers.org) fuimos a casa de Marlene e Ian. Una pareja muy amigable que nos abrieron las puertas de su casa. Agradecemos la hospitalidad y generosidad que nos han dispensado.

La visita turística a la ciudad ha resultado de lo más interesante y atractiva, y nos ha hecho tirar de carrete. El tráfico en bici aquí es trepidante, en la ciudad nos adelantaban a 20-25 km/h y sin avisar con el timbre...puedes acceder  a cualquier punto de la city por carril-bici. Es bulliciosa y muy monumental. Muuuy recomendable!

Después del día de descanso, de nuevo volvimos a calentar los músculos. Saliendo por la ciclo-ruta 9 (Berlín-Copenhage), nos dirigimos a Koge. En su plaza unas guapas chicas danesas nos ofrecieron caramelos turísticos a nosotros y a una familia cicloturista alemana con la que coincidimos. Desde ahí por toda la costa Este de Dinamarca a Rodby, un pequeño pueblo en la ruta junto a la costa. Si anteayer veíamos Dinamarca desde la costa sueca, ahora vemos Suecía desde Dinamarca. La playa aquí es más rural, sin urbanizar, con bosques o cultivos junto a la orilla.

De Rodby, nos hemos dirigido a Eskilstrup, nuestro segundo Warm Showers, con el permiso del puente de Vordinborg de 3 km de largo, y viento del sur incluido. Hemos llegado a casa de Tage, Pia, Olina y Marius que nos han alojado en la habitación de arriba de una antigua estación de bomberos de los años 20. Tomamos una cena acompañada de una muy interesante conversación y a tenor de la hora que se nos hizo hablando de esto y lo otro, intercambiando opiniones y experiencias, fue una velada entretenida y muy agradable.

Por la mañana Tage nos ha acompanado parte de la ruta en bici. Todo un detalle ya que, de otra manera, nos hubiera costado el doble de tiempo cubrir el kilometraje...consultando el mapa. No podemos más que decir que han sido unos perfectos anfitriones.

Tras dejar a Tage, retomamos la ruta junto al mar, camino de Gedser para coger el barco que nos lleve de nuevo a Alemania, puerto de Rostock. 

Después de esta nueva fase en la provincia de Zealand, sentimos haber cruzado Dinamarca de punta a punta. Cabría destacar muy a favor de los daneses, que ha sido un verdadero placer ciclar por ella. Los paisajes de fiordos, trigales, costas, granjas y bosques junto con el respeto al ciclista en la circulación ....Gracias a toda su gente por la amabilidad recibida.